domingo, 28 de octubre de 2012

Siguiendo el hilo a mi última entrada, voy a echar más leña al fuego para poder hablar de la historia real y la inventada por ciertos iluminados que son históticos. (Sí, nueva palabra mezcla de historiadores y políticos). Y es que últimamente se da entre la población de ciertas regiones españolas una teoría bastante curiosa: consiste en invertarse la historia de España y pretender que el resto nos la creamos. Y se quedan tan panchos. ¡Pues no, señores!. La historia no se reinventa, es la que es. Con diversos matices según las investigaciones, que permiten puntualizar más el discurrir de este país. Pero una cosa es perfilar la historia acercándola a la verdad y otra es eliminar de la Conquista de América a los Reyes Católicos, inventarse que Cataluña era un Estado o un país desde antaño... Que yo sepa Cataluña siempre perteneció al Reino de Aragón, por lo que si alguien puede reclamar algo no es precisamente cierto politiquillo catalán. Y ahí están, adoctrinando a la juventud e inventándose la historia, cuando es ésta la que enriquece a un Estado y lo hace ser quien es.
No olvidemos que lo importante en la investigación histórica es buscar la verdad, estar dispuesto a encontrarla y, sobretodo, a aceptarla. Aunque intenten convencernos de que una mentira no lo es, no perdamos la inquietud por buscar esa verdad, aunque a veces sea costoso reconocerla. Sólo la verdad hace plenamente libres a las personas y permite un estudio riguroso de todo aquello que nos ha hecho ser quien somos. La mentira nunca es un buen cimiento.
¡Pasen y sean libres!...con toda la responsabilidad que conlleva.

martes, 9 de octubre de 2012

ARTE DE QUITA Y PON

Llevo con los ojos vueltos por el asombro unos cuantos años. Parece que en España está de moda olvidar nuestra historia, o al menos manipularla o lo que viene siendo lo mismo, mentir sobre ella, suprimir lo que no nos gusta o lo que no está bien visto. Vamos, que aquí el que manda decide lo que el resto aprende. Y todo ello debido a lo que yo considero un grave error: creer que la historia se sirve a gusto del consumidor. ¡Pues no señores! la historia es como es. No puede existir una Nueva Historia de España. Sí es correcto y necesario aportar nuevas luces a lo que ya se conoce. Pero nunca suprimir por incomodo lo que ha ocurrido. Por esa misma razón tampoco se debería suprimir el arte porque no está de moda o se considera indigno de un país avanzado (algo que dudo que sea España). Y supongo que a estas alturas ya intuiréis por donde voy: los símbolos franquistas

Por lo visto a un grueso de los españoles que ni si quiera estaban vivos cuando Franco dejó de estarlo, sienten ciertas molestias de ansiedad al ver un águila de San Juan tras un escudo. ¡No os preocupéis! Os aseguro que de ahí no se va a mover. Y desde luego cuidado con confundir el escudo de los Reyes Católicos con el de Franco (algo que ya ocurrió, como bien recordareis). El arte no debería ser cuestión de política. Existieron artistas durante el franquismo, aunque algunos se nieguen a aceptarlo. Ahí tenemos a Sert, un excelente muralista cuya obra pudo admirarse en París pero que recibió innumerables críticas porque era franquista. ¿Y? ¿por qué debe esconderse esa parte de la historia? ¿queremos ser una sociedad que se deje llevar por la ideología? yo prefiero tener mi propio pensamiento y poder admirar el arte sin sentirme amenazada por un poco de piedra tallada.

Aprendamos a vivir con lo que somos. Un país que modifica su historia pierde sus raíces y, lo que es más importante y mucho más grave, se acostumbra a vivir en la mentira. 
Pasen...y no destruyan.


miércoles, 18 de julio de 2012

ROBAR, GUARDAR, AMAR

Por amor al arte es una obra escrita por Erik el Belga, uno de los más famosos ladrones de obras de arte del siglo XX, que aún no he leído pero que espero poder devorar este verano. Se coló en mi cabeza con fuerza tras la noticia de la aparición del Codex Calixtinum, sustraído hace un año por un trabajador de la Catedral de Santiago de Compostela.
La pregunta que espero se haga todo el mundo es: ¿por qué robar arte?. La respuesta está en boca de una profesora que dijo que el mercado negro de obras de arte mueve casi tanto dinero como el de armas. Arte y armas, amor y muerte. Macabra relación.  El caso es que hay obras de arte facilmente "colocables" en manos privadas e incluso en casas de subastas, pero otras tantas son imposibles de vender. ¿Quién podrá enseñar "El grito" de Munch sin que alguien piense que tal vez debería avisar a la Interpol?. Nadie, porque el que se converte en su dueño a golpe de talonario no lo enseñará jamás. Su única intención es disfrutar personalmente de un cuadro, un retablo o  cualquier otra maravilla que "debería estar en un museo" (seguro que algún lector reconoce al dueño de esta frase, aunque no comparto sus métodos).
Aún así hay que reconocer que hay ladrones originales que merecen un aplauso a travñes de los barrotes. Si no que alguien me explique una forma más fácil de robar un Picasso que entrar en el museo, descolgar el cuadro, meterlo en un complejo sistema de transporte como es una bolsa de plástico reciclable y salir del edificio sin que se den cuenta. Por un lado demuestra que el trabajo cuanto más sencillo mejor, y que quien no hace bien el suyo puede perder el producto. Y eso sin tener en cuenta la cara que se le queda al responsable al recibir el cuadro de nuevo pero por correo.
Vamos, que robar está mal, que trabajar mal está fatal y que el cine nunca se quedará sin buenas historias que contar.
No roben, pero por favor, ¡pasen y lean!

jueves, 7 de junio de 2012

¿Están los museos en venta?

Esta cuestión nació en una clase universitaria a la que asistí,-una de las pocas que mereció la pena en esa asignatura que me abstendré de mencionar- y desde entonces ha estado revoloteando sobre mi cabeza, fastidiando e inquietando hasta que he decidido plasmarlo aquí. Resulta que en publicidad se utilizan los mismos mecanismos para anunciar un museo que una escoba. Y utilizo escoba por ser el instrumento que barre la porquería se acumula en diversos sitios. A veces esos sitios son los museos, qué le vamos a hacer. Estos edificios acumulativos de cultura, se han convertido en una parada más dentro de un tour lleno de grupos con cámaras de fotos, mapas y sombreritos para protegerse del castizo sol madrileño. Si antes han hecho una parada en el Parque de Atracciones y han tapeado por la latina, ahora toca un poco de cultura. Aunque sólo sea por decir que han visto las Meninas de Velázquez (yo nunca he entendido qué tiene ese cuadro que no tengan otros. Me parece mucho más impactante y dramático la obra de Francisco Pradilla, Juana la Loca. Pero parece ser que su belleza es inversamente proporcional a las visitas que recibe). 
Vamos, que ir al museo es irse de tapas pero sin tapas. 
Tal vez, y sólo tal vez, los museos están ansiosos de números. Números de visitantes, números billetes, números en porcentajes de venta de entradas... No dudo que quieran aumentar en nivel cultural de la sociedad, pero al final prima el dinero. Si no hay dinero, no hay cultura. Y resulta que se traen obras de fuera para poder crear una exposición temporal extraordinaria sin pararse a pensar que, en cierto museo que no voy a nombrar pero que todos imaginamos, sólo se expone el 3% de sus fondos. ¿Qué tal si las exposiciones temporales sacan a la luz lo que tan veladamente ocultan?. 
La cultura no es un bien que esté al alcance de todos, no porque la sociedad no quiera o no pueda valorarla (aunque alguno habrá) sino porque los propios difusores culturales se centran más en la burocracia que en crear una verdadera y profunda inquietud cultural. Es cierto que al ver un cuadro algo se queda en la persona, queda como impregnada de cierta "esencia cultural", pero no basta con eso. 
Señores, pasen y culturícense, son 12 euros.

viernes, 11 de mayo de 2012

¿España lee?

Según he podido leer en la prensa de ayer, la venta de libros en España se reduce drásticamente, algo que asocia con la inquietud lectora de las personas. No quiero dedicarme a poner datos, tablas y porcentajes, pero hay uno que me parece significativo: el ránking mensual del libro más vendido es de 6300 copias. Y no es un chiste.
Aún así, comparto la idea de Juan Gómez-Jurado cuando dice que en el avión y en el metro se ve mucha gente "con la nariz metida entre las páginas de un libro, que es el segundo mejor lugar para enfrascarla". ¿Cuál será el primero?. 
Ahora viene lo bueno: no comprar libros no va de la mano con no leerlos. En mi casa tengo estanterías llenas de libros de los que aún no he aprendido porque aún no los he secuestrato. Llevan ahí toda mi vida. Tal vez mis padres los compraron en algún momento, o se los regalaron, pero desde luego no están recién salidos de la tienda. Y sin embargo, poco a poco desmenuzo su contenido. Es decir, en momentos de crisis tal vez no se compren tantos librros, pero no significa dejar de leer, sólo tirar de reservas. Es en estos momentos cuando recordamos aquel libro que regalaron en una cena de empresa, o que estaba junto al zapato el día de Reyes. No nos atrajo en ese momento, pero, ante la necesidad intelectual de leer (sí señores, leer es como respirar, absolutamente necesario para mantener la actividad cerebral y para evitar desgastarnos en cosas demasiado superfluas) leemos incluso lo que creemos que no nos gusta. ¡Y cómo nos sorprende! En todos los libros podemos encontrar algo útil, aunque sea un puñado de palabras nuevas, que nunca viene mal. 
En definitiva, un libro puede contener un universo entero. Aunque no compren, ¡pasen y lean, por favor!

miércoles, 9 de mayo de 2012

36ª Feria del Libro Antiguo y de Ocasión

El domingo 6 de mayo pude echar un vistazo a los puestos de la 36ª Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, celebrada en Madrid.
Resultó muy interesante, con la presencia de buenas librerias que exponían una mezcla de libros de antigua imprenta con otros más actuales. Se podía encontrar todo tipo de temática: cómiscs, historia, ciencia, religión, esoterismo, naturaleza etc. Además se expusieron interesantes láminas y facsímiles de documentos del siglo XV y XVI.
Creo que la gente disfrutó realmente de lo que fue un agradable paseo ojeando libritos y curiosidades. Por mucho que digan, el e-book nunca sustituirá al papel. Hay algo especial a la hora de coger una obra y pasar una hoja tras otra, retroceder, detenerte en una palabra o una frase que llame tu atención. Un e-book es práctico pero un libro se saborea y se palpa de otra manera.
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